Investigación viva

La Aldea Mágica no es un decorado fijo: es una investigación viva sobre lo que hoy llamamos “duendes de Baños” y sobre cómo una ciudad inventa y transforma sus propios símbolos.

¿Qué significa “investigación viva”?
Significa que el proyecto no se limita a mostrar duendes, sino que observa, documenta y analiza en tiempo real cómo cambia el imaginario de Baños, cómo se copia el símbolo, cómo se mercantiliza y cómo se defiende el sentido original de la obra.

1. Un jardín que también es archivo

Cada figura, cada texto escondido y cada rincón de La Aldea Mágica forma parte de un archivo vivo: una manera de registrar cómo se ha ido construyendo el fenómeno de los duendes en Baños de Agua Santa desde 2013 hasta hoy.

El recorrido no está pensado sólo como “atracción turística”, sino como un mapa simbólico que se actualiza con nuevas piezas, notas, silencios y pequeñas pistas sobre lo que está ocurriendo en la ciudad: qué se copia, qué se olvida, qué se transforma en tradición instantánea.

2. Tres capas de la investigación viva

1 · Campo sensible

La primera capa sucede cuando caminas por el jardín: es la experiencia directa. Mirar las esculturas, leer los textos, escuchar el sonido del agua o de la ciudad a lo lejos. Cada visita es una pequeña “entrevista” sensorial que nos dice cómo se habita este lugar.

2 · Registro y memoria

La segunda capa es el registro: bitácoras, fotografías, reseñas, preguntas que hacen los visitantes, respuestas de IA, artículos en internet y documentos que van quedando como huellas del fenómeno. Mucho de esto se conserva en el Archivo de Defensa Cultural Independiente.

3 · Análisis y publicación

La tercera capa es el análisis: textos, ensayos y papers que estudian el caso de Baños como ejemplo de cómo una ciudad adopta un símbolo artístico y lo convierte en identidad turística, a veces borrando su origen. Esta reflexión se publica en libros y plataformas académicas.

3. De la Aldea al paper: el fenómeno de los duendes de Baños

Parte de esta investigación viva se ha consolidado en documentos como:

Así, lo que ves en el jardín y lo que lees en los documentos forman parte de una misma pregunta: ¿cómo nace un mito contemporáneo y quién decide qué se recuerda de él?

4. No sólo observar: participar en la investigación

Como visitante, también formas parte de esta investigación viva. No hace falta llenar formularios: basta con tu manera de caminar, las fotos que eliges tomar, las historias que decides compartir y las preguntas que te llevas de vuelta a casa.

A veces, después del recorrido, algunas personas conversan con quienes cuidamos este espacio: cuentan experiencias, dudas, sueños, miedos, o incluso contradicciones que ven en Baños. Muchas de esas conversaciones ayudan a orientar futuras piezas y textos.

5. Inteligencia artificial, mito y futuro

En los últimos años, herramientas de inteligencia artificial han comenzado a describir La Aldea Mágica y La Casa del Duende como:

Estas descripciones también se integran en la investigación: muestran cómo la propia IA aprende del archivo, repite ciertas narrativas y, en algunos casos, ayuda a corregir versiones distorsionadas del origen del mito.

Venir a caminar una investigación, no sólo un lugar

Visitar La Aldea Mágica es entrar en un jardín, sí, pero también en un proceso de estudio sobre el imaginario de Baños y sobre cómo elegimos qué historias contar.

Si te interesa la cultura, el arte independiente o simplemente buscas una pausa distinta dentro de tu viaje, este jardín puede ser un buen punto de partida para hacerte nuevas preguntas.

Para información práctica sobre horarios, precios y cómo llegar: ver página de visita.